Órgano Oficial del Partido Revolucionario de los Trabajadores de Argentina, PRT-SANTUCHO
Editorial:
PARA ENFRENTAR AL PACTO SOCIAL
FORJAR LA UNIDAD COMBATIVA
CONSTRUIR UN FRENTE PATRIÓTICO ANTIIMPERIALISTA
Durante el período pre electoral la entrante Presidente Kristina Fernández anunció la concreción de un Pacto Social para garantizar la continuidad de las políticas económicas y sociales pro monopolistas y pro imperialistas del saliente Néstor Kirchner y sus secuaces. En términos concretos, empresarios, sindicatos y Gobierno fijarán el tope salarial, los precios y buscarán el aterrizaje de inversiones extranjeras. La relegitimación del “sistema institucional” y la búsqueda de “gobernabilidad” son dos elementos sobre los que ha trabajado K desde su asunción en 2003, y que continuará Kristina. Claro está que la apatía, la desconfianza y la incredulidad hacia las instituciones estuvieron a la orden del día en el desarrollo y resultados de las elecciones presidenciales realizadas en octubre.
El Pacto Social, muy lejano a las ilusiones re distributivas de la riqueza, se trata justamente de forjar una base social para profundizar el saqueo a los trabajadores y el pueblo, y contener la Resistencia Popular. No es unilateralmente un acuerdo de salarios y precios, sino la materialización de la clara orientación antipopular y antinacional del nuevo Gobierno, su proyecto.
Las luchas de diferentes sectores trabajadores y populares han salido al cruce del Pacto Social demostrando concretamente las limitaciones en la aplicación del mismo. Enérgicas luchas se han desarrollado desbaratando más de una vez las políticas de tope salarial rompiendo el techo impuesto por la patronal y la burocracia sindical, por mejores condiciones laborales, contra el trabajo en negro y los despidos, como también por un amplio arco de reivindicaciones políticas y sociales, entre ellas la defensa de los recursos naturales estratégicos.
La realidad política de nuestro país nos plantea la necesidad de construcción de la mayor unidad, pero no cualquier unidad a cualquier costo. La movilización patriótica, antiimperialista y democrática será uno de los ejes principales de la lucha del pueblo trabajador. Pero ello requiere avanzar en la construcción de diferentes experiencias de herramientas políticas de unidad orgánica que vayan nutriendo el camino hacia la conformación estratégica de un gran Frente de Liberación Nacional y Social.
Por ello, este 2008 nos debe encontrar afrontando los necesarios desafíos de la unidad combativa y revolucionaria, del activismo y los luchadores obreros y populares. Nuestro PRT-Santucho extiende el llamamiento a sentar los cimientos de la construcción de un Frente Patriótico Antiimperialista, para enfrentar el Pacto Social de los monopolios, la burocracia y el Gobierno de Kristina, contra la precarización laboral y de vida, contra el saqueo imperialista. Asumir la iniciativa política, construir unidad combativa y potenciar la ofensiva teórica.
¡CONSTRUIR LA UNIDAD PARA ENFRENTAR CON UN SOLO PUÑO AL PACTO SOCIAL!
Actualidad:
CON LA UNIDAD DEL PUEBLO TRABAJADOR
ENFRENTEMOS EL PACTO SOCIAL
DE LOS MONOPOLIOS Y KRISTINA
POR Mariano Arreche
Los monopolios y sus socios locales, mediante el triunfo electoral de Kristina, han garantizado una coherente línea antinacional y antipopular, pro monopolista y pro imperialista.
El Pacto Social, anunciado por el Gobierno, constituye el plan que los de arriba buscarán aplicar en nuestra Patria. Los constructores del mismo son los enemigos del pueblo: los Techint, los Pérez Companc, los Repsol y pulpos petroleros, las mineras, los monopolios agro exportadores, la UIA, entre otros usureros. Se sintetiza en las propias palabras de la entrante Presidente: “...la Argentina es una muy buena oportunidad de negocios”. Este Pacto de los monopolios, el Gobierno y la burocracia sindical, implica en términos generales el mantenimiento de la ofensiva sobre las condiciones materiales de vida de las amplias mayorías populares y la garantía del saqueo imperialista, principalmente de los recursos naturales estratégicos. El “acuerdo” busca mantener el tope salarial dispuesto por los empresarios y los burócratas sindicales, la profundización de la precarización laboral y la desocupación, la reducción del gasto público, el pago ilegítimo a los organismos financieros internacionales (en plena negociación con el club de París), el aumento encubierto de las tarifas de los servicios públicos, la atracción de nuevas inversiones extranjeras, y toda una serie de medidas.
Asimismo, intentará encorsetar el desbordante frente social y al activo de masas que protagonizan una importante ola de luchas a lo largo y ancho de nuestro país por la recomposición salarial y mejores condiciones laborales, por trabajo genuino, y por un amplio y justo arco de reivindicaciones urgentes. Los explotadores ven con suma preocupación que algunas de las fracciones más dinámicas de la clase obrera y el proletariado tomen la acción directa como forma de intervención, y la cada vez más clara necesidad (aunque en términos materiales aún estemos en una situación embrionaria) de construcción del sindicalismo de clase. La violencia popular, de masas, también se ha convertido en un importante ingrediente de la lucha de clases.
La conformación de una base social que permita enfrentar la propia crisis del capitalismo argentino, los débiles pilares de la economía, y la búsqueda de una mayor estabilidad para garantizar el proceso de concentración de las riquezas en unas pocas manos y el aterrizaje de nuevos capitales extranjeros, son tareas primordiales de los “gerentes” de los monopolios. En eso trabaja Kristina y su “nuevo-viejo” Gabinete. Eso es lo que busca el Pacto Social a mediano plazo. En lo objetivo, por mencionar un ejemplo, la llegada a la Argentina del ministro de Economía y Tecnología de Alemania: Michael Glos, ha tenido como objetivo recordar el pago de la deuda con el Club de París (cuyo principal acreedor es Alemania), centralmente, para después evaluar si los entreguistas locales presentan a la Argentina como un buen lugar para “hacer negocios”.
Las limitaciones estructurales del capitalismo dependiente argentino no dejan de encontrarse con baches, cuando no con algún cráter. Nuevamente los “preparativos” de una recesión en la economía yanqui y la crisis de créditos expedida por la burbuja inmobiliaria, han puesto en jaque a los países emergentes en general, y en particular a nuestro país.
En este escenario el Banco Central continúa “aumentando” sus reservas, buscando mantener el dólar alto para garantizar las ganancias de los sectores industriales y agro exportadores, y de los pulpos petroleros, más allá de las retenciones aplicadas en cada caso particular.
La emisión de bonos de deuda para evitar la circulación de los pesos gastados para comprar dólares, para mantener el tres a uno y frenar la inflación, viene a ser uno de los cráteres difíciles de atravesar. Estos bonos constituyen alrededor de un tercio de las “divisas” acumuladas en el BCRA.
Los derrumbes generalizados de las bolsas en el mercado financiero internacional durante la última semana de noviembre y la prevención al riesgo de los inversores, hicieron que el Riesgo Argentino (bonos en dólares y emitidos bajo ley extranjera) quedara en 441 puntos, y el índice IRFE (deuda en pesos) alcanzara un nuevo máximo anual subiendo a 706.
Es decir, ni las divisas en las reservas del Banco Central son tan utilizables en caso de una profunda crisis financiera internacional, ni tampoco constituyen lo que en algún momento la corrupta y reciclada ex Ministra Felisa Miceli intentó mostrar como Fondo Anticíclico. Ni siquiera la emisión de bonos de deuda ha permitido frenar los precios y el encarecimiento de la canasta básica familiar, a pesar de los vergonzosos “retoques” del INDEC. Todo lo contrario, los retoques sirvieron para aumentar la desconfianza entre los usureros internacionales. También nos permite constatar la falsedad de los dichos del propio Martín Redrado, Presidente del BCRA: “Son reservas de todos los Argentinos”. ¿De los trabajadores explotados y precarizados, de los desocupados, de los jubilados, de los oprimidos? Mucho cinismo para una frase tan corta.
Pero de todo este análisis debemos afirmar principalmente que el plan económico del Gobierno, que ahora será aplicado por Martín Lousteau, no sacará de la crisis al capitalismo dependiente, desigual y deformado de nuestro país. Se trata de un parche y no una opción de salida, estabilización y despegue.
ESTE FIN DE AÑO NOS ENCUENTRA...
Este fin de año encuentra a nuestra clase, a los trabajadores y al pueblo pobre con anuncios de aumentos de las tarifas de los servicios públicos, con salarios de hambre y pésimas condiciones de trabajo, con precios por las nubes, con Felisa Miceli “volviendo”, con los funcionarios K involucrados en el caso de coimas de Skanka libres. Pero fundamentalmente nos encuentra con la RESISTENCIA ACTIVA de diferentes fracciones de la clase obrera y sectores populares enfrentando las políticas económico sociales aplicadas por K, plasmada claramente en las luchas de los trabajadores del pescado en Mar del Plata, en el Casino, en el lavadero Visoro de Rosario, en las luchas por tierra, educación, salud, trabajo genuino, la defensa ambiental, contra la entrega, el saqueo imperialista y la precarización de las condiciones de trabajo y de vida.
En este claro escenario político, resulta fundamental avanzar en la unidad del pueblo trabajador para enfrentar el Pacto Social de los de arriba, para conquistar nuestras reivindicaciones más urgentes y necesarias, y avanzar en la acumulación de fuerzas políticas y sociales. Por ello, la desunión sólo sirve al enemigo, y la unidad combativa en la acción para hacer frente al Pacto Social a nuestra clase.
Resulta indispensable dotarnos de herramientas de unidad orgánica, acción y cooperación común que nos permitan enfrentar el plan de los monopolios; por ello nuestro PRT-Santucho plantea la necesidad de avanzar en la construcción colectiva de un Frente Patriótico Antiimperialista, que aglutine las fuerzas combativas y revolucionarias, y permita golpear con un solo puño a los enemigos del pueblo que hoy detentan el Poder político, económico y militar, contra la precarización laboral y de vida, contra el Saqueo Imperialista.
Avanzar en la movilización patriótica, antiimperialista y democrática del pueblo trabajador, construir la Unidad de Clase, luchar por sus justos derechos y dignidad, es avanzar hacia la Revolución.
El PRT-Santucho, asumiendo su actualidad embrionaria y de permanente construcción en la clase obrera y el pueblo, plantea acumular fuerzas de conjunto para revertir la actual correlación de clases en nuestra Patria y avanzar sin vacilaciones, sin pretensiones hegemónicas, con humildad y sacrificio. Aportando a la construcción de un Proyecto Político Revolucionario que se constituya para las amplias masas en una alternativa de transformación radical real de la estructura económico-social en la Argentina. La maduración del proceso político de masas dinamizado con la Resistencia Popular, conjuntamente con la estructuración de una sólida construcción de UPM (Unidad Político Militar) que oriente pacientemente los diferentes estadios de enfrentamiento prolongado expresan una centralidad clave en lucha por el Poder Político.
Compañeros y compatriotas, forjando la unidad de acción, tomando la iniciativa política y profundizando la ofensiva teórica, estaremos aportando a la clase y creando las condiciones políticas necesarias para alcanzar un Gobierno de los trabajadores y el pueblo.
La propuesta de construcción del Frente Patriótico Antiimperialista surge como necesidad objetiva del proceso de lucha de clases ascendente desarrollado en nuestra Patria, concientes que resulta una tarea ardua que requiere tanto flexibilidad como firmeza ideológica. Esta tarea implica la necesidad de avanzar en la construcción de una alternativa política, de construcción real, de coordinación y unidad orgánica frentista.
¡ENFRENTAR EL PACTO SOCIAL DE LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO!
¡AUN TENEMOS PATRIA TRABAJADORES!
PARA ENFRENTAR AL PACTO SOCIAL
FORJAR LA UNIDAD COMBATIVA
CONSTRUIR UN FRENTE PATRIÓTICO ANTIIMPERIALISTA
Durante el período pre electoral la entrante Presidente Kristina Fernández anunció la concreción de un Pacto Social para garantizar la continuidad de las políticas económicas y sociales pro monopolistas y pro imperialistas del saliente Néstor Kirchner y sus secuaces. En términos concretos, empresarios, sindicatos y Gobierno fijarán el tope salarial, los precios y buscarán el aterrizaje de inversiones extranjeras. La relegitimación del “sistema institucional” y la búsqueda de “gobernabilidad” son dos elementos sobre los que ha trabajado K desde su asunción en 2003, y que continuará Kristina. Claro está que la apatía, la desconfianza y la incredulidad hacia las instituciones estuvieron a la orden del día en el desarrollo y resultados de las elecciones presidenciales realizadas en octubre.
El Pacto Social, muy lejano a las ilusiones re distributivas de la riqueza, se trata justamente de forjar una base social para profundizar el saqueo a los trabajadores y el pueblo, y contener la Resistencia Popular. No es unilateralmente un acuerdo de salarios y precios, sino la materialización de la clara orientación antipopular y antinacional del nuevo Gobierno, su proyecto.
Las luchas de diferentes sectores trabajadores y populares han salido al cruce del Pacto Social demostrando concretamente las limitaciones en la aplicación del mismo. Enérgicas luchas se han desarrollado desbaratando más de una vez las políticas de tope salarial rompiendo el techo impuesto por la patronal y la burocracia sindical, por mejores condiciones laborales, contra el trabajo en negro y los despidos, como también por un amplio arco de reivindicaciones políticas y sociales, entre ellas la defensa de los recursos naturales estratégicos.
La realidad política de nuestro país nos plantea la necesidad de construcción de la mayor unidad, pero no cualquier unidad a cualquier costo. La movilización patriótica, antiimperialista y democrática será uno de los ejes principales de la lucha del pueblo trabajador. Pero ello requiere avanzar en la construcción de diferentes experiencias de herramientas políticas de unidad orgánica que vayan nutriendo el camino hacia la conformación estratégica de un gran Frente de Liberación Nacional y Social.
Por ello, este 2008 nos debe encontrar afrontando los necesarios desafíos de la unidad combativa y revolucionaria, del activismo y los luchadores obreros y populares. Nuestro PRT-Santucho extiende el llamamiento a sentar los cimientos de la construcción de un Frente Patriótico Antiimperialista, para enfrentar el Pacto Social de los monopolios, la burocracia y el Gobierno de Kristina, contra la precarización laboral y de vida, contra el saqueo imperialista. Asumir la iniciativa política, construir unidad combativa y potenciar la ofensiva teórica.
¡CONSTRUIR LA UNIDAD PARA ENFRENTAR CON UN SOLO PUÑO AL PACTO SOCIAL!
Actualidad:
CON LA UNIDAD DEL PUEBLO TRABAJADOR
ENFRENTEMOS EL PACTO SOCIAL
DE LOS MONOPOLIOS Y KRISTINA
POR Mariano Arreche
Los monopolios y sus socios locales, mediante el triunfo electoral de Kristina, han garantizado una coherente línea antinacional y antipopular, pro monopolista y pro imperialista.
El Pacto Social, anunciado por el Gobierno, constituye el plan que los de arriba buscarán aplicar en nuestra Patria. Los constructores del mismo son los enemigos del pueblo: los Techint, los Pérez Companc, los Repsol y pulpos petroleros, las mineras, los monopolios agro exportadores, la UIA, entre otros usureros. Se sintetiza en las propias palabras de la entrante Presidente: “...la Argentina es una muy buena oportunidad de negocios”. Este Pacto de los monopolios, el Gobierno y la burocracia sindical, implica en términos generales el mantenimiento de la ofensiva sobre las condiciones materiales de vida de las amplias mayorías populares y la garantía del saqueo imperialista, principalmente de los recursos naturales estratégicos. El “acuerdo” busca mantener el tope salarial dispuesto por los empresarios y los burócratas sindicales, la profundización de la precarización laboral y la desocupación, la reducción del gasto público, el pago ilegítimo a los organismos financieros internacionales (en plena negociación con el club de París), el aumento encubierto de las tarifas de los servicios públicos, la atracción de nuevas inversiones extranjeras, y toda una serie de medidas.
Asimismo, intentará encorsetar el desbordante frente social y al activo de masas que protagonizan una importante ola de luchas a lo largo y ancho de nuestro país por la recomposición salarial y mejores condiciones laborales, por trabajo genuino, y por un amplio y justo arco de reivindicaciones urgentes. Los explotadores ven con suma preocupación que algunas de las fracciones más dinámicas de la clase obrera y el proletariado tomen la acción directa como forma de intervención, y la cada vez más clara necesidad (aunque en términos materiales aún estemos en una situación embrionaria) de construcción del sindicalismo de clase. La violencia popular, de masas, también se ha convertido en un importante ingrediente de la lucha de clases.
La conformación de una base social que permita enfrentar la propia crisis del capitalismo argentino, los débiles pilares de la economía, y la búsqueda de una mayor estabilidad para garantizar el proceso de concentración de las riquezas en unas pocas manos y el aterrizaje de nuevos capitales extranjeros, son tareas primordiales de los “gerentes” de los monopolios. En eso trabaja Kristina y su “nuevo-viejo” Gabinete. Eso es lo que busca el Pacto Social a mediano plazo. En lo objetivo, por mencionar un ejemplo, la llegada a la Argentina del ministro de Economía y Tecnología de Alemania: Michael Glos, ha tenido como objetivo recordar el pago de la deuda con el Club de París (cuyo principal acreedor es Alemania), centralmente, para después evaluar si los entreguistas locales presentan a la Argentina como un buen lugar para “hacer negocios”.
Las limitaciones estructurales del capitalismo dependiente argentino no dejan de encontrarse con baches, cuando no con algún cráter. Nuevamente los “preparativos” de una recesión en la economía yanqui y la crisis de créditos expedida por la burbuja inmobiliaria, han puesto en jaque a los países emergentes en general, y en particular a nuestro país.
En este escenario el Banco Central continúa “aumentando” sus reservas, buscando mantener el dólar alto para garantizar las ganancias de los sectores industriales y agro exportadores, y de los pulpos petroleros, más allá de las retenciones aplicadas en cada caso particular.
La emisión de bonos de deuda para evitar la circulación de los pesos gastados para comprar dólares, para mantener el tres a uno y frenar la inflación, viene a ser uno de los cráteres difíciles de atravesar. Estos bonos constituyen alrededor de un tercio de las “divisas” acumuladas en el BCRA.
Los derrumbes generalizados de las bolsas en el mercado financiero internacional durante la última semana de noviembre y la prevención al riesgo de los inversores, hicieron que el Riesgo Argentino (bonos en dólares y emitidos bajo ley extranjera) quedara en 441 puntos, y el índice IRFE (deuda en pesos) alcanzara un nuevo máximo anual subiendo a 706.
Es decir, ni las divisas en las reservas del Banco Central son tan utilizables en caso de una profunda crisis financiera internacional, ni tampoco constituyen lo que en algún momento la corrupta y reciclada ex Ministra Felisa Miceli intentó mostrar como Fondo Anticíclico. Ni siquiera la emisión de bonos de deuda ha permitido frenar los precios y el encarecimiento de la canasta básica familiar, a pesar de los vergonzosos “retoques” del INDEC. Todo lo contrario, los retoques sirvieron para aumentar la desconfianza entre los usureros internacionales. También nos permite constatar la falsedad de los dichos del propio Martín Redrado, Presidente del BCRA: “Son reservas de todos los Argentinos”. ¿De los trabajadores explotados y precarizados, de los desocupados, de los jubilados, de los oprimidos? Mucho cinismo para una frase tan corta.
Pero de todo este análisis debemos afirmar principalmente que el plan económico del Gobierno, que ahora será aplicado por Martín Lousteau, no sacará de la crisis al capitalismo dependiente, desigual y deformado de nuestro país. Se trata de un parche y no una opción de salida, estabilización y despegue.
ESTE FIN DE AÑO NOS ENCUENTRA...
Este fin de año encuentra a nuestra clase, a los trabajadores y al pueblo pobre con anuncios de aumentos de las tarifas de los servicios públicos, con salarios de hambre y pésimas condiciones de trabajo, con precios por las nubes, con Felisa Miceli “volviendo”, con los funcionarios K involucrados en el caso de coimas de Skanka libres. Pero fundamentalmente nos encuentra con la RESISTENCIA ACTIVA de diferentes fracciones de la clase obrera y sectores populares enfrentando las políticas económico sociales aplicadas por K, plasmada claramente en las luchas de los trabajadores del pescado en Mar del Plata, en el Casino, en el lavadero Visoro de Rosario, en las luchas por tierra, educación, salud, trabajo genuino, la defensa ambiental, contra la entrega, el saqueo imperialista y la precarización de las condiciones de trabajo y de vida.
En este claro escenario político, resulta fundamental avanzar en la unidad del pueblo trabajador para enfrentar el Pacto Social de los de arriba, para conquistar nuestras reivindicaciones más urgentes y necesarias, y avanzar en la acumulación de fuerzas políticas y sociales. Por ello, la desunión sólo sirve al enemigo, y la unidad combativa en la acción para hacer frente al Pacto Social a nuestra clase.
Resulta indispensable dotarnos de herramientas de unidad orgánica, acción y cooperación común que nos permitan enfrentar el plan de los monopolios; por ello nuestro PRT-Santucho plantea la necesidad de avanzar en la construcción colectiva de un Frente Patriótico Antiimperialista, que aglutine las fuerzas combativas y revolucionarias, y permita golpear con un solo puño a los enemigos del pueblo que hoy detentan el Poder político, económico y militar, contra la precarización laboral y de vida, contra el Saqueo Imperialista.
Avanzar en la movilización patriótica, antiimperialista y democrática del pueblo trabajador, construir la Unidad de Clase, luchar por sus justos derechos y dignidad, es avanzar hacia la Revolución.
El PRT-Santucho, asumiendo su actualidad embrionaria y de permanente construcción en la clase obrera y el pueblo, plantea acumular fuerzas de conjunto para revertir la actual correlación de clases en nuestra Patria y avanzar sin vacilaciones, sin pretensiones hegemónicas, con humildad y sacrificio. Aportando a la construcción de un Proyecto Político Revolucionario que se constituya para las amplias masas en una alternativa de transformación radical real de la estructura económico-social en la Argentina. La maduración del proceso político de masas dinamizado con la Resistencia Popular, conjuntamente con la estructuración de una sólida construcción de UPM (Unidad Político Militar) que oriente pacientemente los diferentes estadios de enfrentamiento prolongado expresan una centralidad clave en lucha por el Poder Político.
Compañeros y compatriotas, forjando la unidad de acción, tomando la iniciativa política y profundizando la ofensiva teórica, estaremos aportando a la clase y creando las condiciones políticas necesarias para alcanzar un Gobierno de los trabajadores y el pueblo.
La propuesta de construcción del Frente Patriótico Antiimperialista surge como necesidad objetiva del proceso de lucha de clases ascendente desarrollado en nuestra Patria, concientes que resulta una tarea ardua que requiere tanto flexibilidad como firmeza ideológica. Esta tarea implica la necesidad de avanzar en la construcción de una alternativa política, de construcción real, de coordinación y unidad orgánica frentista.
¡ENFRENTAR EL PACTO SOCIAL DE LOS ENEMIGOS DEL PUEBLO!
¡AUN TENEMOS PATRIA TRABAJADORES!